domingo, 1 de febrero de 2015

Ser Grieta, de Sor Kampana



Ayer asistimos en Librería Primado a una FPP (Fumigación Poética Preventiva). Viene bien de vez en cuando tal cual corren estos tiempos. Fue como asistir a un concierto poético-punk: una puesta en escena provocadora, acompañada de un acordeón a veces cómico a veces melancólico, y la voz de Sor Kampana, con un lenguaje que -como presentó David Trashumante- “rasga eléctrico como las guitarras, (…) urbano hasta la asfixia, ácrata, un amasijo de alambres de espino que escupir por la boca”. Una poesía que se ríe de esta sociedad que miente, de sus convencionalismos; una poesía que nace del pozo, de la basura, de “la escombrera donde se amontonan los mundos resquebrajados”. Sor Kampana nos exhorta a derribar el muro “fisura a fisura” siendo grieta, a “que ardan los contenedores/de basura emocional, porque somos la periferia de la nada”, a “prender nuestro poema molotov y ser grieta”. Versos combativos, pero también con la amargura de quien se reconoce como perdedor, quien sabe de ese mundo donde hay “rosas de plástico sin espinas/palideciendo entre cubos de basura y voces de comerciantes de almas”; la amargura de quien se pregunta si “¿soportarán nuestros cuerpos/ el peso de las estrellas?” y el pesimismo a veces de quien ha perdido la esperanza por la humanidad y encuentra la única respuesta posible en la duda.


Abortad todas, 
¡ya!,
que no haya quien herede
este erial emocional,
este mar de flores secas,
hiel hiriente,
dulces cadenas.

Abortad todas,
con prontitud,
de inmediato,
para que nadie alce la voz
y se diga humano,
para que tanta vanidad,
avaricia y crueldad
no arraiguen en la tierra inerme.

Abortad todas,
por solidaridad,
por necesidad,
porque el ser humano
ya está muerto.