El pasado jueves nos reunimos en el
Aula Magna de La Nau para acercar orillas, para reivindicar un
Nosotros plural contra la diferencia, la justicia y una sociedad
inclusiva e intercultural, la responsabilidad que adquirimos con el
otro como seres humanos. “La poesía es un arma cargada de futuro”,
decía Gabriel Celaya. Y con esa arma se tendieron los puentes para
acercar las orillas: poesía con imágenes, con palabras en español,
wolof, francés y ruso; con música.
Las imágenes hablaron de muros y
vallas que niegan la justicia; de la tierra cuarteada que alberga el
hambre; de la rabia que muerde la alambrada; de la esperanza que
ilumina las tiendas en las noches de los campos de refugiados. Y las
palabras hablaron de la invisibilidad, del exiliado que huye de ser
devorado para construir el sueño de los padres; de las lágrimas de
los niños de Gaza; de las palomas que abandonan los países en
guerra; de la tierra natal en los zapatos del exiliado, las piedras
en sus dientes. Un
recital colectivo en el que participaron las voces de Fran Amador,
Beatrice Borgia, Lucía Boscá, Xelo Candel, Alfons Cervera, Patricia
Cuenca, Hussein Ezzeine, Antonio Méndez, Román Porras, Mouctar
Sako, Isaac Sananes, Carmen Soto, Luz Souto, Mamadou Aliou Sow y
Lucho Roa, cuya música nos hizo partícipes del encuentro. Un
espacio comprometido y reivindicativo que recuerda que hay que ser
consecuentes con la palabra y con los hechos, porque “Estos versos
no detienen la tragedia/aunque digan Paz”.
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